Como sucedía con muchos otros sectores de la sociedad durante gran parte de la década de los años 40, el sector de la moda estuvo controlado por el gobierno y en aquellos momentos el estilo de la moda era bastante espartano, teniendo que adaptarse a la escasez de algunos productos con los que se confeccionaban los vestidos y adoptando estilos completamente diferentes a lo que se había visto hasta ahora, eso sí, sin perder la feminidad, aunque en ocasiones pudiese parecer lo contrario.
Ante la escasez de los recursos hasta entonces fácilmente a disposición de todo el mundo, los diseñadores y diseñadoras tuvieron que dar muchas vueltas para conseguir ropa que gustase aunque muchas la aceptasen por resignación, pero finalmente todo el mundo, tanto hombres como mujeres, la llevaban sin demasiado problema.
Gracias a la combinación de diferentes prendas se podían tener diferentes outfits, aunque realmente no había demasiado entre lo que elegir, pero era lo que tocaba en aquellos años, algo a lo que la gente se acostumbró.
El conservacionismo se mantuvo en la moda haciendo que las faldas fuesen incluso más largas que las que se habían hecho hasta entonces, proporcionando un aspecto más sobrio aunque también elegante. Muchos diseñadores comenzaron a jugar con la situación y consiguieron algo muy especial, pasar de estilos sencillos a verdaderos modelos repletos de glamour, pero no sería hasta después de la contienda bélica.
Entre los diseñadores del momento se encontraban nombres de tantísimo peso durante años como Christian Dior, Givenchy o Pierre Balmain entre muchos otros, auténticos maestros del diseño que consiguieron poco a poco dar a la mujer prendas que realzasen su feminidad y que se sintiera mucho más a gusto que con la que había tenido hasta entonces.
En el año 1947 Christian Dior lanza su primera colección, compuesta por diseños que derrochaban optimismo, alegría y muchas ganas de vivir, intentando que todo el mundo olvidase las penurias de la guerra, especialmente en los países más afectados.
El cambio fue radical en todos los aspectos, no solo en cuanto a moda se refiere, aunque había roles que se seguían manteniendo, como la mujer haciendo las cosas de casa, a pesar de que poco a poco había mujeres que iban comenzando a trabajar, aunque no era lo más común, pero sí tuvieron que hacerlo durante la guerra, en muchos casos tal como nos revelan muchas fotografías de entonces y para lo que se usaban prendas eminentemente masculinas como los pantalones.