El reciclaje y el vintage pueden ir unidos de la mano y con muchos artículos podemos realizar formidables objetos decorativos, como por ejemplo con una maleta. Seguro que en más de una ocasión habrás visto esas clásicas maletas rígidas con un montón de pegatinas de diferentes países del mundo, objetos muy codiciados hoy en día en cuanto a decoración se refiere.
Es difícil, y seguramente caro, hacerse con una maleta de estas características aunque puede que algún familiar o amigo cuente con una y puedas aprovecharla. Estas maletas eran muy rígidas y serán estupendas para muchas ideas de decoración y utilidad en el hogar.
Se pueden usar como un estupendo arcón donde guardar las mantas, ropa de temporada o incluso los juguetes de los niños en su habitación. Algo más serio y trabajado será convertir una maleta de estas características en una mesa. Para ello hay que ser un poco manitas y ponerle cuatro patas, tanto si se coloca en vertical y se busca una mesa alta como si se quiere una original mesa para el salón ya un poco más baja.
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Una vez puestas las patas hay que hacer unos agujeros por la parte superior para fijar la sujeción de lo que será la superficie de la mesa. Será preferible cristal de cierto grosor, primero para que la superficie sea consistente y segundo para poder ver en qué se ha convertido la maleta.
Otro uso que podemos darle es el de cama para nuestra mascota, para lo que tendremos que eliminar las cinchas que pueda tener la maleta en el interior y adecentarla para que nuestro amigo o amiga pueda estar a gusto. Con espuma enfundada en una tela y un pequeño tapizado con alguna tela brocada o incluso a cuadros, puede convertirse en uno de los lugares preferidos para nuestra mascota, procurando poner un seguro para que la tapa nunca se cierre.
Y si está en buen estado pues se puede dar otra vida como acompañante de viaje, eso sí, siempre que se vaya en coche o tren, porque seguramente no cumplirá con el tamaño que piden las compañías aéreas y pesará más de la cuenta.