La repostería es una de las partes de la cocina que gusta prácticamente a todo el mundo y dentro del universo vintage tenemos una enorme lista de tentaciones ante las cuales podemos sucumbir como los pasteles de manzana, los dulces de hojaldre, la tarta de almendras o una de las tartas preferidas en todo el mundo por grandes y pequeños, la tarta de chocolate.
Esta tarta alcanzó su máximo apogeo a finales del siglo XIX, cuando Rodolphe Lindt desarrolló en Suiza un sistema para poder hacer mucho más suave y homogéneo el chocolate, permitiendo hacer elaboraciones gastronómicas con este ingrediente mucho más sorprendentes que todas las que se habían hecho hasta ahora.
En sus inicios, la tarta de chocolate era un pastel de masa blanca o amarilla a la que se le agregaba la cobertura de chocolate después, pero poco a poco se fueron modernizándolas técnicas y apareciendo nuevas recetas para esta tarta tan dulce y apetecible en cualquier momento.
Son muchas las variedades de tartas de chocolate las que podemos encontrarnos actualmente: Selva negra, Soufflé de chocolate, Devil’s Food, Ding Dong, de capas, la tradicional, Fudge, Garash, Sacher o Red Velvet entre muchas otras, algo que hace difícil poder decidirse por alguna en concreto.
Nos montamos en nuestra máquina del tiempo particular y os vamos a ofrecer una receta de pastel de chocolate de la primera década de 1900 en Estados Unidos. Se necesitan los siguientes ingredientes:
- 200gr. de harina sin gluten
- 225gr. de azúcar
- 230gr. de agua
- 65ml de aceite de girasol
- 3 cucharadas de cacao en polvo
- 60gr. de vinagre
- 5gr. de bicarbonato
- 2gr de sal
- Bizcocho
Cobertura
- 160gr. de agua
- 25gr. de maizena
- 1 tableta entera de chocolate
Elaboración
Mezclaremos todos los ingredientes para hacer el bizcocho, podemos hacerlo acompañados de una batidora con la herramienta varillas y después la pasamos directamente al molde. La hornearemos a 170º, con el horno precalentado, durante 30 minutos aproximadamente y después lo dejaremos enfriar dentro del propio molde dado que en caliente es fácil que se rompa.
Mientras enfría podemos hacer la cobertura. En un recipiente ponemos el agua y la maicena, lo llevamos al fuego y removemos hasta que quede una mezcla completamente homogénea. Después añadimos el chocolate troceado, ponemos el fuego al mínimo y removeremos hasta que el chocolate quede completamente desecho y con un color brillante.
Desmoldaremos el bizcocho y lo cubriremos generosamente con todo el chocolate. Podemos decorar con un tenedor o dejar la cobertura completamente lisa con una lengua o cuchillo. Es una auténtica delicia.