Cuando hablamos de estilo vintage lo hacemos como algo que ha sido elaborado o fabricado hace tiempo pero que aún se conserva manteniendo prácticamente todas las características de que tenía la obra en el momento de ser concebida.
Podemos encontrar muchas esculturas vintage en los trabajos de grandes escultores como Arístides Maillol, de quien podemos admirar impresionantes obras como la Venus del Collar, La isla de Francia o El Mediterráneo, obras con carácter donde se entremezcla la originalidad, sensualidad, serenidad y alegorías femeninas.
Constantino Brancusi está considerado como el primer gran escultor contemporáneo. Una de sus inspiraciones principales siempre fue la naturaleza, pero destacó por estar en contra de las formas tanto puras como abstractas. Entre sus obras destacan El Beso, El espíritu de buda o El pájaro entre muchas otras.
A pesar de que también fue pintor, Henri Laurens fue un estupendo escultor que supo moverse por diferentes estilos, especialmente con las inclinaciones geométricas, donde destacan obras tan dispares como La mujer de mantilla, La cabeza en piedra policromada de Meudon o La Tierra y el mar entre muchos otros trabajos.
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Un gran representante el estilo cubista dentro de los escultores del siglo XX fue Ossip Zadkine. Fue un prolífico escultor que consiguió expresar la génesis del cubismo internacional gracias a obras como La mujer del abanico.
Hans Arp fue uno de los creadores de una corriente conocida como dadaísmo y en prácticamente sus obras quiso crear diferentes esculturas naturalistas, pero sin buscar la imitación de ella. Una de sus grandes obras fue el famoso Torso, donde además de su forma destaca por el color blanco inmaculado del mármol con el que está hecha esta obra.
Alberto Giacometti siempre buscó la síntesis pura de la escultura e hizo muchas obras que hoy en día son muy apreciadas como La bola suspendida, La pareja o El hombre en marcha entre muchas otras.
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A pesar de que muchos de estos escultores destacaron principalmente por un estilo en concreto, Henry Moore no destacó por ello. Moore no dependió de ninguna escuela para hacer auténticas obras de arte donde se pueden apreciar pinceladas de constructivismo, surrealista, arte abstracto, etc. Entre sus obras más famosas se encuentran Madre e hijo, Figura vestida echada o Grupo Familiar.
Finalmente nos encontramos con Nicolas Schöfer, considerado como creador del espacio espacio-dinamismo, una especie de neo-constructivismo. Cuenta con esculturas de gran geometría que pueden incluso llegar a tener hasta 50 metros de altura. De sus obras destacan Robot o Lux I, auténticas joyas vintage.